1. Pescado, marisco, especialmente el hígado de pescado (salmón, atún, caballa, sardinas). Son algunas de las mejores fuentes naturales de vitamina D, además de contener ácidos grasos omega-3 naturales. Por eso es tan importante incluir el pescado en la dieta diaria o comer al menos dos raciones de pescado graso a la semana.
2. Hígado de ternera, hígado de cerdo, queso, yemas de huevo. La cantidad de vitamina D en la yema depende del tiempo que las gallinas hayan pasado al sol, así como del contenido de vitamina D en su alimentación. Las yemas de los huevos de gallinas camperas contienen entre 3 y 4 veces más vitamina D.
3. Las setas son una excelente fuente vegetal de vitamina D. Al igual que las personas, las setas son capaces de sintetizar vitamina D bajo la acción del sol. Y en cantidades considerables, a veces hasta 2300 UI por 100 g. Pero esto solo se aplica a las setas que han tenido acceso a la luz solar o a la radiación ultravioleta artificial.